Se conserva en Bruselas en el Muséo Royaux des Beaux-Arts. En
el cuadro se muestra a san Antonio Abad en un desierto, arrodillado y
sosteniendo una cruz hecha con dos varitas para protegerse de las tentaciones
que lo atacan, con el antiguo gesto del exorcismo. Estas son representadas por
un caballo y una fila de elefantes, todos estos con sus patas alargadas de
forma grotesca y cada uno cargando con una tentación.
San Antonio es
representado como un mendigo, está desnudo y despeinado y se apoya sobre una
piedra.
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